lunes, 30 de abril de 2012

Día del Niño


30 de Abril, Día del Niño en México—

Los niños vienen en tamaños, pesos y colores surtidos. Se les encuentra dondequiera: encima, debajo, dentro, trepando, corriendo, saltando. Las mamás los adoran, las niñas los odian y las hermanas y hermanos mayores los toleran; los adultos los desconocen y el cielo los protege. Un niño es la verdad con la cara sucia, la sabiduría con el pelo desgreñado, la esperanza del futuro con una rana en el bolsillo.

Un niño tiene el apetito de un caballo, la digestión de un tragaespadas, la energía de una bomba atómica, la curiosidad de un gato, los pulmones de un dictador, la imaginación de Julio Verne, la timidez de una violeta y la audacia de una trampa de acero.

A un niño le encantan los dulces, las navajas, las sierras, la Navidad, los libros con láminas, el campo, el agua —en sus estados naturales—, los animales grandes y los carros de bomberos.

A un niño le desagradan las visitas, la escuela, la doctrina, los libros sin láminas, las lecciones de música, las corbatas, los peluqueros, las muchachas, los abrigos, los adultos y la hora de acostarse.

Nadie más que un niño se levanta tan temprano ni se sienta a comer tan tarde. Nadie más puede guardar en su bolsillo medio metro de cordel, un cortaplumas oxidado, una fruta mordida, caramelos, seis monedas, una honda, un trozo de sustancia desconocida y un anillo supersónico con compartimiento secreto.

Un niño es una criatura mágica. Uno puede cerrarle la puerta del cuarto donde guarda las herramientas, pero no puede cerrarle la de su corazón; puede echarlo de su estudio, pero no puede echarlo de su pensamiento. Todo poderío se rinde ante él: amo, jefe, carcelero... Pero cuando usted llega a su casa por la noche con sus esperanzas y sus ambiciones hechas pedazos, él -manojito de ruido, carita sucia- puede remediarlo todo con dos palabras mágicas: "Hola, papito".

¡Feliz día del niño!

—Maricruz García—

jueves, 12 de abril de 2012

Musmé


Como un loto desmayado
era pálida Musmé;
era su semblante pálido
como un lirio reflejado
en una taza de té.
En el triste Yoshiwara
se escuchaba su canción:
he perdido mi esperanza,
y como una porcelana
se me quiebra el corazón.
Ojos de claro de luna,
rostro de seda y marfil;
en el pesar de su angustia
se quejaba igual que una
prematura flor de abril ...
Y una tarde de repente,
tronchada por el dolor,
como un suspiro que muere
apacible y dulcemente
Musmé se murió de amor.



sábado, 7 de abril de 2012

Un Verdadero Cuento de Hadas


El Tesoro de la Juventud, era una enciclopedia infantil; en mi casa —viviendo en México— la teníamos; era, porque su última edición fue hecha en 1964 y la que teníamos en la casa era una versión antiquísima que en los años sesenta parecía que era de hace cien años. Y sin embargo, la literatura siempre es actual. Además, era simpático ver los cambios en los temas de ciencia y tecnología; y como la geografía —en algunos casos— cambiaba de nombre.

Los que teníamos esta enciclopedia estábamos enamorados de sus libros, sus temas y sus lecciones.

A continuación una probada de este Tesoro de la Juventud.

Un verdadero cuento de hadas.

Ustedes saben cómo comienzan siempre los cuentos de hadas —érase una vez— y entonces aparece, usualmente, un enorme gigante, o una malvada bruja, o una princesa hermosa, y siguen relatando como, después de muchos y extraordinarias aventuras, y con el auxilio de alguna buena hada, es recompensada la virtud y derrotado el vicio. El bien prevalece y el mal es al fin y al cabo castigado.

Éste también es un cuento de hadas, y puede empezar con —Érase una vez—. Pero a diferencia a los viejos cuentos de hadas; el tiempo es ahora, y los medios que emplean las hadas para llevar a cabo sus fines son los más modernos conocimientos del hombre; que sin duda, ellas le han conducido a descubrir y enseñar a usar.

Más del Tesoro de la Juventud, aquí en el siguiente enlace —de forma condensada— se pueden encontrar más probaditas de esta entrañable enciclopedia infantil.

http://www.eltesorodelajuventud.com/

martes, 3 de abril de 2012

Loreley


Loreley es una roca de la orilla derecha del Rin, en la provincia de Hesse-Nassau (Prusia). Debe su celebridad a la leyenda de la sirena que, a la caída de la tarde, atrae allí a los pescadores con su canto, y los hace perecer. El gran poeta Enrique Heine ha dedicado hermosísimos versos a esa leyenda, y suyas son las inspiradísimas estrofas que siguen.

No sé por qué estoy triste... una rancia leyenda,
De tiempos antiquísimos, a mi memoria viene...
Hiela el viento... atardece... el Rin corre tranquilo,
Y dora las montañas la luz del sol que muere.

Una hermosa doncella misteriosa se asienta
Sobre el abismo... viste de flamantes joyeles,
Sus guedejas de oro con peine de oro aliña,
Y canta melodías que abeleñan la muerte...

Al pescador que acerca su barquilla a la roca
Infúndele salvaje dolor que lo enloquece. ..
No ve el peligro... y mira fascinado a la bella
Loreley que lo encanta ¡y lo lleva a la muerte!


Fuente: El Tesoro de la Juventud